Rotación de cultivos
Se hace imprescindible rotar la producción de soja con gramíneas de invierno y también de verano para evitar la compactación del suelo y la pérdida de nutrientes.
Se hace imprescindible rotar la producción de soja con gramíneas de invierno y también de verano para evitar la compactación del suelo y la pérdida de nutrientes.
La cobertura de rastrojo sobre el suelo es una pata importante en su conservación, que retiene la humedad y disminuye la escorrentía superficial. Mantener la cobertura la mayor parte del año al mismo tiempo realiza un aporte de materia orgánica.
Cultivos en terrazas de absorción o a nivel. El objetivo es cortar la longitud de la pendiente del lote con estructuras conformadas por un bordo de tierra de baja altura. El bordo interrumpe el flujo de la escorrentía, el que puede tomar dos caminos posibles, en función del tipo de terraza.
Según el Ing. Agr. Marino Zaffanella (INTA) el deterioro ecológico como un resultado del uso expoliativo de los recursos naturales, trae como consecuencia, crisis económicas y sociales recíprocamente vinculadas y sobre las cuales recicla el deterioro ecológico facilitando la generación de esas crisis.
Producto del escurrimiento superficial de aguas, se depositan sedimentos aguas abajo, los que pueden estar conteniendo trazas de agroquímicos y fertilizantes. Foto tomada de Celio Ignacio Chagas y Filipe Behrends Kraemer (Agronomía UBA).
Cuando se ve disminuida la infiltración en el perfil del suelo por deterioro del mismo los excedentes de aguas de escurrimento provocan inundaciones en zonas bajas y afectan centros poblados.
Estudios recientes (Gvozdenovich, Pioto y Paparotti, 2015) indican que se pierden 66,5 kg/ha de soja por cada cm de suelo perdido.
El impacto de las gotas de lluvia remueven y baten el suelo, desagregando su estructura y arrastrando partículas aguas abajo dejando marcas de distinto tipo.
Las aplicaciones de prácticas espacial y temporalmente determinan distinto grado de erosión. El uso de maquinarias, la secuencia de cultivos, la rotación de los mismos, la cobertura de rastrojo sobre el suelo y las prácticas de cultivo son determinantes.
La longitud del terreno como el porcentaje de pendiente del mismo influyen directamente sobre los caudales y la velocidad de escurrimiento, generando arrastre de materia, erosión y deposición de sedimentos.